La primera es Minority Report. Allí hacían uso de la lectura de iris para casi todo (incluso confeccionaban publicidad a medida por cada persona). Es un sistema bastante caro pero fiable. Eso sí, no me gustaría ser la única persona que pueda acceder a un determinado lugar con mi iris porque seguramente acabaría tuerto .
Otra es Atilano, presidente. Aquí la picaresca jugaba con el reconocimiento de huellas dactilares. Y qué mejor solución que cargarte al poseedor del dedo índice y luego ponerte una escayola en la mano para “pegar” ese dedo extraño.
No siempre es necesario cortar dedos o arrancar ojos para saltarse estos sistemas. También se pueden usar moldes para las huellas o lentillas confeccionadas a medida. El tema de las huellas se presentaba como un problema puesto que vamos dejándolas por todas partes. Por tanto, no era difícil imitar a los CSI y conseguir una huella de un vaso. Para eso se incorporó a los sistemas la comprobación que la huella suministrada tedría pulso, evitando así la lectura de dedos y huellas artificiales.
Como veis, el tema de la autentificación corporal tiene mucha miga. Pero luego eso no vale de nada si siempre está la puerta abierta.Saludetes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario